El segundo año también puede ser el momento en el que comiences a decidir cuáles son tus pasiones y qué quieres hacer. Al saber esto, puedes diseñar mejor tu solicitud universitaria para reflejar quién quieres ser, en función de participar en actividades extracurriculares que se alineen con tus intereses. Es por eso que te recomiendo encarecidamente que explores diferentes actividades; nunca sabes qué te puede gustar o en qué quieres participar.
Otra cosa que los consejeros universitarios han mencionado muchas veces es que debes comenzar a desarrollar tu proyecto de pasión, que implica resolver un problema específico relacionado con tus intereses. Según mi consejero universitario, el proceso para esto incluye identificar cosas que notas a tu alrededor, cualquier cosa, y luego determinar los problemas que existen relacionados con estas observaciones. Después de eso, piensa en cómo puedes incorporar tus habilidades, conocimientos y talentos para resolver estos problemas.
Sin embargo, debo enfatizar que no debes perseguir un proyecto de pasión solo por el hecho de impresionar a las universidades. Es esencial enfocarte en proyectos que realmente te interesen y que te importen. Solo entonces podrás invertir un gran esfuerzo en realizar estas actividades y encontrarás la felicidad en hacer lo que amas.
Además de participar en las actividades escolares, te recomiendo encarecidamente que busques oportunidades fuera de la escuela. Por ejemplo, considera la posibilidad de hacer voluntariado en iglesias u hospitales locales para apoyar a los trabajadores de allí. También puedes pensar en buscar pasantías. Si bien las pasantías pueden parecer desafiantes e intimidantes, pueden brindarte habilidades valiosas que tal vez no obtengas en un entorno tradicional. Por lo tanto, busca oportunidades de pasantías; ¡nunca sabes qué beneficios podrían traer!
No tienes que limitar estas actividades al año escolar. Usa tus vacaciones de verano como una oportunidad para adquirir experiencia práctica. Por ejemplo, considera conseguir un trabajo. La edad mínima para trabajar varía según el país, pero si eres elegible para solicitar un trabajo, ¿por qué no arriesgarte? Trabajar como estudiante de secundaria puede traer muchos beneficios: puedes ganar dinero, establecer conexiones con personas mayores que tienen valiosas lecciones de vida para compartir y obtener una idea de cómo es la fuerza laboral. Estas lecciones de vida pueden ser increíblemente beneficiosas.
Si has visto la Common App, es posible que hayas notado que hay una sección donde puedes enumerar tus logros más importantes. Esta puede ser una excelente manera de mostrar tus intereses y capacidades. Por lo tanto, intenta participar en diferentes competencias y concursos; nunca se sabe lo que puede pasar, e incluso podrías ganar algunos premios, ¡a veces dinero en efectivo!
Por último, intenta disfrutar de tu vida porque la escuela secundaria dura solo una vez y nunca tendrás la oportunidad de experimentarla nuevamente. Establece conexiones con tus amigos y asegúrate de que tus años de escuela secundaria realmente cuenten.
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